Aunque lo creamos por autoridad, no sabemos tener corazón, estómago o pulmones mientras no nos duelen, oprimen o angustien. Es el dolor físico, o si quiera la molestia, lo que nos revela la existencia de nuestras propias entrañas. Y así ocurre también con el dolor espiritual, con la angustia, pues no nos damos cuenta de tener alma hasta que esta no nos duele.
-Unamuno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)